HOMER
Querido Homer:
Aún no me hago a la idea de que te has marchado. He tardado mas de un mes en encontrar fuerzas para hacerte este homenaje, a pesar de que lo he tenido en mente desde que te fuiste, porque te lo mereces todo. No se ni como explicar todo lo que has sido para nosotros. Sólo se que nunca te podremos olvidar, y que siempre te recordaremos como el compañero de nuestra vida y la alegría de nuestra casa. Eres nuestro "bebote", y en cada rincón y en cada momento aparecen tus recuerdos: recibiéndonos moviendo el culo, echándote la siesta encima nuestro, esperando bajo la mesa que se caiga la comida, jugando cada noche con tu pelota, tomando el sol en el jardín, entrando alegremente al veterinario, espiando a los vecinos, llamándonos cada noche... ¡Todos te echamos muchísimo de menos!(los abuelos, tus veterinarios, la familia, los vecinos...).
Estoy segura de que estás en un buen lugar descansando plácidamente y siendo tan feliz como fuiste hasta el último momento. Y también estoy segura de que nos estarás esperando hasta el día en que nos toque reunirnos de nuevo otra vez. Quiero que sepas que estamos muy tranquilos, porque aunque no esperábamos tu marcha tan de repente, hasta tu manera de marcharte fue especial; Mostrando ganas de vivir y de quedarte con nosotros, demostrando valentía sin mostrar dolor alguno, y dándonos la oportunidad de despedirnos de ti. ¡Muchas gracias por todo!.
"Si tus ojos no me ven, ciérralos un momento, olvida distancia y tiempo, así podrás sentir que sigo aquí".
De Cris y Álvaro para HOMER
(06-11-2003 / 11-06-2013)